Errores frecuentes y cómo evitarlos
Esperar el momento perfecto sabotea la práctica. Mejor pequeñas dosis diarias que sesiones esporádicas y heroicas. Bloquea cinco minutos, empieza y celebra la cadena de días. La regularidad vence al impulso y se traduce en mejoras medibles en tus entrenamientos.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
La meditación no apaga tu chispa competitiva; regula tu activación para ubicarla en el punto óptimo. Aprendes a acelerar o frenar con intención, no por inercia. Así aparecen ejecuciones sólidas, no blandas, incluso cuando el cuerpo está exigido y el entorno presiona.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
Varía estímulos: alterna respiración, visualización y meditaciones en movimiento. Usa cronómetros, anclas sensoriales y sesiones guiadas cuando toque. Entrena con un compañero y comparte progresos. La sensación de juego y comunidad sostiene la práctica en semanas cargadas y previas a competencias.